Enfermedad Arterial Periférica (EAP): Guía sobre el "infarto en las piernas"
CardioSof • Conoce los síntomas silenciosos, el diagnóstico temprano y las estrategias basadas en evidencia para preservar tu movilidad y reducir riesgos cardiovasculares.
AHA/ACC 2025Prevención Cardiovascular
Importante: Esta guía es educativa. En situaciones agudas siga los protocolos locales y contacte equipo de urgencias.
Aviso: Este contenido es informativo y no reemplaza una consulta médica profesional. Siempre consulta a tu médico para consejos personalizados. Para un control cardiovascular integral con monitoreo continuo de signos vitales, análisis IA y gestión de medicamentos, regístrate en CardioSof y accede a beneficios exclusivos como reportes personalizados y alertas.
Introducción y relevancia clínica
Imagina que caminas unas cuadras y sientes un dolor punzante en las pantorrillas que te obliga a detenerte. Descansas unos minutos, el dolor cede… y al retomar, vuelve. Esto no es “solo cansancio de edad”: podría ser el primer signo de una condición grave llamada Enfermedad Arterial Periférica (EAP), a menudo descrita como el “infarto en las piernas”. La EAP ocurre cuando las arterias que llevan sangre a las extremidades inferiores se estrechan por aterosclerosis, privando a los músculos de oxígeno.
Lo más alarmante es que la EAP no es solo un problema local. Es una señal de alerta roja: indica que la aterosclerosis también está afectando tus arterias coronarias o cerebrales. Según las guías AHA/ACC 2025, los pacientes con EAP tienen entre un 4 y 6 veces más riesgo de sufrir un infarto, un ACV o morir por causas cardiovasculares en los próximos 5 años. Sin embargo, con diagnóstico temprano, cambios en el estilo de vida y tratamiento adecuado, es posible detener su progresión, aliviar los síntomas y reducir drásticamente ese riesgo. Esta guía te brindará todo lo que necesitas saber para actuar con conocimiento y protección.
¿Qué es la Enfermedad Arterial Periférica?
La Enfermedad Arterial Periférica (EAP) es una manifestación de la aterosclerosis en las arterias de las piernas. La aterosclerosis es la acumulación de placas compuestas por colesterol, grasa, calcio e inflamación en la pared de las arterias. Con el tiempo, estas placas endurecen y estrechan el canal por donde fluye la sangre, reduciendo el suministro de oxígeno y nutrientes a los músculos y tejidos de las extremidades inferiores.
Se le llama “infarto en las piernas” porque, al igual que un infarto cardíaco (donde el músculo cardíaco se daña por falta de oxígeno), en casos severos la falta prolongada de riego sanguíneo en las piernas puede causar necrosis de tejidos, úlceras crónicas y, en última instancia, amputación. Afortunadamente, la mayoría de los casos se detectan antes de llegar a ese punto.
La EAP es causada por placas de aterosclerosis que obstruyen el flujo sanguíneo en las arterias de las piernas, limitando el oxígeno a los músculos.
Dato clave 2025 (AHA): Se estima que más de 200 millones de personas en todo el mundo viven con EAP, y su prevalencia se duplica cada década después de los 50 años. En EE.UU., afecta a aproximadamente 1 de cada 20 adultos mayores de 50 años, y a 1 de cada 3 diabéticos mayores de 50.
Síntomas y formas de presentación
La EAP puede presentarse de muchas formas, y en muchos casos no hay síntomas evidentes. Esto hace que sea una “enfermedad silenciosa” altamente peligrosa.
Formas de presentación
Asintomática (50% de los casos): El paciente no tiene dolor ni molestias, pero el índice tobillo-brazo (ITB) es anormal. Estos pacientes tienen el mismo riesgo cardiovascular que los sintomáticos.
Claudicación intermitente (20-30%): Dolor, calambre, debilidad o fatiga en los músculos de la pantorrilla, muslo o nalgas que aparece al caminar y desaparece con el reposo. Es el síntoma clásico.
Isquemia crítica de la extremidad (5-10%): Dolor en reposo, especialmente por la noche, úlceras o gangrena en pies o dedos. Requiere atención inmediata para evitar amputación.
Síntomas atípicos: Sensación de pesadez, frío en las piernas, cambios en la piel (brillante, fina), uñas engrosadas, pérdida de vello en piernas y pies.
Señales de alarma
Pies fríos al tacto, incluso en ambientes cálidos.
Cambios en el color de la piel (pálida, azulada o morada).
Heridas en los pies que no cicatrizan en más de 2 semanas.
Pérdida de pulso en tobillo o pie.
Riesgos cardiovasculares asociados
La EAP no es un problema aislado de las piernas. Es un marcador sistémico de enfermedad aterosclerótica. Tener EAP significa que la aterosclerosis también está presente en otras partes del cuerpo, especialmente en el corazón y el cerebro.
Riesgo
Aumento relativo en pacientes con EAP
Fuente
Infarto agudo de miocardio
4-6 veces mayor
AHA/ACC 2025
Accidente cerebrovascular (ACV)
3-5 veces mayor
ESC 2025
Mortalidad cardiovascular
2-3 veces mayor
Journal of the American College of Cardiology, 2024
Amputación mayor (por debajo o encima de la rodilla)
Del 5-10% en isquemia crítica no tratada
AHA 2025
Por esta razón, el diagnóstico de EAP debe considerarse un “equivalente de infarto”: todos los pacientes con EAP deben recibir el mismo nivel de prevención secundaria que un paciente que ya tuvo un evento cardiovascular.
Diagnóstico y evaluación
El diagnóstico de EAP es sencillo, no invasivo y debe formar parte de la evaluación rutinaria en adultos mayores de 50 años, especialmente si tienen factores de riesgo cardiovascular.
Pruebas diagnósticas clave
Índice tobillo-brazo (ITB): Es la prueba de elección. Mide la presión arterial en el tobillo y la compara con la del brazo. Un ITB ≤ 0.90 confirma EAP. Valores normales están entre 1.0 y 1.4.
Evaluación clínica: Examen físico de pulsos periféricos, color de la piel, temperatura, presencia de úlceras o gangrena.
Angiografía por TC o RM: Se usa para planificar revascularización en casos graves.
Doppler color: Evalúa el flujo sanguíneo y la localización exacta de la obstrucción.
Recomendación clave AHA/ACC 2025: "Se recomienda medir el ITB en todos los pacientes con enfermedad cardiovascular conocida, diabetes mayores de 50 años, fumadores mayores de 50 años, o cualquier adulto mayor de 65 años, independientemente de síntomas."
Recomendaciones basadas en evidencia científica
El manejo de la EAP tiene dos objetivos principales: aliviar los síntomas y prevenir eventos cardiovasculares. Las guías AHA/ACC/ESC 2025 ofrecen un enfoque integral y multidisciplinario.
Terapia farmacológica
Antiagregantes plaquetarios: Clopidogrel (75 mg/día) es preferido sobre aspirina por su mayor eficacia en reducir eventos cardiovasculares en EAP (reducción del 23.8% vs aspirina, según el estudio CAPRIE).
Estatinas de alta intensidad: Atorvastatina 40-80 mg o rosuvastatina 20-40 mg para reducir LDL a <70 mg/dL.
IECA/ARA-II: Para control de presión arterial y protección vascular (meta de <130/80 mmHg).
Inhibidores del SGLT2: Dapagliflozina o empagliflozina en pacientes con diabetes o enfermedad renal, con beneficios cardiovasculares demostrados.
Rehabilitación y ejercicio
Programa de ejercicio supervisado: 3 sesiones/semana de caminata, 30-45 minutos, hasta el umbral del dolor, seguido de descanso. Es la terapia no farmacológica más efectiva (Clase I, Nivel de Evidencia A).
Caminata en casa: Si no hay acceso a programas formales, caminar 30-45 minutos/día, 5 días/semana, con pausas al sentir dolor.
Cesación del tabaquismo
Dejar de fumar es la intervención con mayor impacto en la progresión de la EAP. Reduce el riesgo de amputación en un 50% y mejora la supervivencia general. Se recomienda combinación de asesoramiento conductual y farmacoterapia (vareniclina, bupropión o NRT).
Intervención endovascular o quirúrgica
Reservada para pacientes con claudicación incapacitante que no responden a terapia médica, o en isquemia crítica. Las nuevas guías priorizan la revascularización endovascular (angioplastia/stent) sobre la cirugía abierta en la mayoría de los casos.
Casos prácticos y testimonios
Caso 1: Miguel, 62 años, fumador, con claudicación
Situación inicial: Miguel no podía caminar más de 2 cuadras sin dolor en las pantorrillas. No tenía otros síntomas cardiovasculares, pero su ITB era 0.75. Fumaba 1 paquete/día desde los 20 años.
Intervención: Se inició con clopidogrel, atorvastatina 80 mg, IECA y programa de ejercicio supervisado 3x/semana. Se derivó a programa de cesación tabáquica.
Resultado a 6 meses: Dejó de fumar, su ITB mejoró a 0.88, y podía caminar 12 cuadras sin dolor. Su LDL bajó a 58 mg/dL.
Caso 2: Elena, 70 años, diabética, con úlceras en el pie
Situación inicial: Elena tenía una úlcera en el talón derecho que no cicatrizaba en 8 semanas. ITB: 0.45. Diagnosticada con isquemia crítica.
Intervención: Angioplastia de arteria tibial posterior, inicio de clopidogrel, estatina, control intensivo de glucemia y curación avanzada de heridas.
Resultado a 3 meses: La úlcera cicatrizó completamente. Evitó amputación y ahora usa calzado terapéutico.
Testimonio de paciente (anónimo):
"Pensaba que el dolor en las piernas era normal a mi edad. Cuando me diagnosticaron EAP, me asusté, pero mi médico me explicó que era una oportunidad para cuidar mi corazón también. Con ejercicio, medicamentos y dejando de fumar, recuperé mi independencia. Hoy camino con mis nietos sin parar. La clave fue actuar a tiempo."
Pasos prácticos para el manejo diario
Primera semana: Autoevaluación y consulta médica
Evalúa tus síntomas: ¿Tienes dolor al caminar? ¿Heridas que no sanan? ¿Pies fríos?
Pide a tu médico que te realice un ITB si tienes factores de riesgo.
Deja de fumar hoy mismo. Busca apoyo profesional si lo necesitas.
Revisa tus medicamentos actuales con tu cardiólogo.
Primer mes: Establecer hábitos cardiovasculares
Comienza a caminar: 10 minutos, 3 veces por semana, aumentando gradualmente.
Adopta una dieta mediterránea: más vegetales, frutas, pescado, frutos secos; menos carnes rojas y procesadas.
Controla tu presión arterial en casa (meta: <130/80 mmHg).
Inspecciona tus pies diariamente en busca de heridas, enrojecimiento o cambios.
Primer año: Consolidación y prevención
Mantén tu LDL por debajo de 70 mg/dL.
Continúa con el ejercicio regular (mínimo 150 minutos/semana).
Asiste a controles médicos cada 6 meses.
Únete a un grupo de apoyo para pacientes con EAP o enfermedad cardiovascular.
Checklist de Cuidado Diario de Piernas en EAP
Herramientas interactivas
Quiz: ¿Cuánto sabes sobre la Enfermedad Arterial Periférica?
1. ¿Qué prueba se usa para diagnosticar EAP en la consulta médica?
2. ¿Cuál es el principal factor de riesgo modificable para la EAP?
3. ¿Qué porcentaje de pacientes con EAP son asintomáticos?
4. ¿Qué tratamiento no farmacológico es más efectivo para la claudicación?
5. ¿Por qué se considera la EAP un “equivalente de infarto”?
Preguntas frecuentes
¿Qué es la Enfermedad Arterial Periférica (EAP)?
La EAP es una forma de aterosclerosis que afecta las arterias de las piernas, reduciendo el flujo sanguíneo. Se conoce coloquialmente como "infarto en las piernas" porque, al igual que en un infarto cardíaco, el tejido no recibe suficiente oxígeno, lo que puede llevar a dolor, úlceras e incluso amputación si no se trata.
¿Puedo tener EAP sin dolor en las piernas?
Sí. Hasta el 50% de los pacientes con EAP son asintomáticos o tienen síntomas atípicos. Esto es peligroso porque la EAP también es un marcador fuerte de enfermedad cardiovascular sistémica: quienes la tienen tienen un riesgo 4-5 veces mayor de infarto o accidente cerebrovascular.
¿El ejercicio puede ayudar si tengo EAP?
¡Sí! El ejercicio supervisado es una de las terapias más efectivas para la EAP. Programas de caminata estructurados mejoran el tiempo de caminata sin dolor en un 150-200% en 12 semanas, según las guías AHA/ACC 2025. El ejercicio estimula la formación de vasos colaterales y mejora la eficiencia muscular.
¿Cuál es el tratamiento principal para la EAP?
El tratamiento se basa en tres pilares: 1) Medicamentos cardiovasculares (clopidogrel, estatina, IECA), 2) Cesación tabáquica absoluta, y 3) Ejercicio regular supervisado. La cirugía o angioplastia se reserva para casos graves.
¿Cómo puedo prevenir la EAP?
Los mismos hábitos que previenen infartos: no fumar, controlar la presión, el colesterol y la glucosa, hacer ejercicio regularmente, y seguir una dieta cardiosaludable. Si tienes diabetes o eres mayor de 50 años, pide una evaluación con ITB.
Recursos adicionales
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AHA Peripheral Artery Disease Guidelines 2025
Guías completas sobre diagnóstico, manejo y prevención
El ejercicio regular es la terapia no farmacológica más efectiva para mejorar la movilidad en pacientes con Enfermedad Arterial Periférica.
Aviso importante
Esta página ofrece información educativa sobre Enfermedad Arterial Periférica. No reemplaza la evaluación médica ni los protocolos locales. En emergencias, siga los algoritmos de soporte vital y contacte servicio de urgencias.
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